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Diseño Lightweight: Contribuyendo con el consumo responsable usando menos material.

La reducción de peso de las botellas de PET es una tendencia constante, ligada a la disminución de los costos en la fabricación y cadena de distribución de los productos envasados en este material. En la actualidad, esta tendencia se ha visto reforzada considerando que el menor uso del material, conlleva a disminuir el consumo de energía en la fabricación de la botella, y facilitar su proceso de reciclaje.

De acuerdo a lo señalado por Miguel Angel Arto, en su artículo para la revista Énfasis Packaging, cada gramo reducido en una botella en un mercado de 100 millones de botellas, evita:

- Consumo de 100 tn de PET.
- El uso de más de 80.000 kWhr de energía en producción de botellas
- La generación de 36tn CO2

Sin embargo a la hora de reducir el peso en una botella, los fabricantes deben considerar aspectos como el manejo en la línea producción y la cadena logística, el tiempo de vida de anaquel del producto y la percepción del consumidor ante una botella más delgada.

Considerando esta complejidad, todos los actores del sector plásticos se han visto involucrados en el desarrollo de tecnología que han permitido hacer técnicamente  factible la producción y el uso de botellas cada vez más ligeras.

En el caso específico de la inyección de preformas, estos desarrollos han llevado a acabos más cortos y pequeños reduciendo la cantidad de material destinado para el cierre de la botella (como por ejemplo la rosca 29/25 ver preformas rosca 29/25) . También se han logrado a nivel del cuerpo de la preforma, mejoras de diseño que han permitido obtener ratios de estiramiento más amplios, que se traducen en botellas de mayor contenido cada vez más delgadas.

Esto se hace especialmente evidente en los nuevos diseños de las botellas no retornables para agua sin gas, en donde existen presentaciones de medio litro en el orden de 8,7 g y para los próximos años pudieran reducirse a 6,5 g, de acuerdo a  lo indicado Arne Wiese a Tecnología del Plástico (2012).

En otras aplicaciones como en el caso de las bebidas carbonatadas, la reducción de peso ha sido en menor proporción, debido a las exigencias a la que debe estar sometida la botella al contener CO2 y la vida de anaquel que se requiere para este tipo de bebidas. Sin embargo se han logrado avances interesantes con las preformas con acabado 1881, en donde sólo la reducción de la altura del acabado, en comparación con los diseños 1810 ó 1816)  ha disminuido al menos 2 g en las zona del cierre de la botella.

Para todos los casos es importante que los fabricantes se encuentren atentos a la aceptación del consumidor, ya que botellas con paredes más delgadas pueden afectar  la percepción de calidad del producto, especialmente en aplicaciones diferentes al agua sin gas. Es por esto que se debe continuar haciendo énfasis en los beneficios para el medioambiente que implica el uso de envases más ligeros  de manera de ir mejorando la percepción del consumidor y promoviendo  el consumo  responsable de botellas de PET  a partir de la reducción del material .